sábado, 8 de octubre de 2011

Llovió (Cruz)

Llovía -no de esas lluvias tímidas que se apenan de mojar a la gente- no, ésta era una lluvia cabal, grande y madura, que sabía perfectamente qué debía mojar y lo hacía. A Miguel no le preocupaba en lo más mínimo. Siempre le pareció que la lluvia se llevaba sus culpas y lo absolvía de cualquier acto, sin importar cuan malo fuera. Fue por eso que no se apresuró a llegar a casa. Llegó tarde, cosa que ya era costumbre, pero por lo menos ahora tenía la excusa de la lluvia. Su línea de trabajo necesitaba que se quedase un poco después de los demás en la oficina. Desviar recursos no era fácil, pero le permitía llevar un estilo de vida opulento con el que siempre había soñado. Al carajo unas vacunas perdidas, o unas cuantas calles descuidadas; podía permitirse un televisor enorme que, equipado con sistema de sonido, exhibía como trofeo a la mitad de su sala. Llegó a darse un baño ,no quería que la bendita absolución le diese un resfriado, pero antes de hacerlo sonó su teléfono: -- ¿Bueno? -- Miguel, soy Juan, tenemos que hablar. En persona. ¿Tienes un momento?   --Es urgente. Llego en menos de cinco minutos. Miguel en ese momento cubrió el micrófono y soltó un improperio, ahí iba su baño, sin embargo al destapar el micrófono para hablar nuevamente
intentó sonar jovial: --Claro, nos vemos entonces. --Hasta pronto. En ese momento tuvo que contentarse con pasarse una toalla por el cuerpo y cambiarse de ropa, lo cual lo dejó bastante seco. Entonces sonó el timbre y fue al encuentro de su amigo. --Gracias por abrirme rápido que me estaba empapando. --No, no te preocupes. Pasa, adelante. --Tengo que hablar contigo. --Sí, me lo dejaste en claro. Dime: ¿Qué pasa? --Se están robando los fondos que nos han dado.  En ese momento sintió Miguel una gota de sudor frío deslizarse por su espalda, y se fue acercando poco a poco a su escritorio, mientras Juan dejaba su empapada gabardina, paraguas y portafolio cuidadosamente sobre, ante y debajo del perchero de la entrada. --No puede ser. ¿Qué te hace decir eso? ¿Cómo te diste cuenta? Se sorprendió ante su propia facilidad para mentir. -- Hay unos gastos sin fundamento, voy por las hojas, ahí lo puedes ver.  Fue entonces que Juan se volteó para ir a su portafolio y Miguel abrió rápidamente el cajón y haciendo el clic característico, empuñó su revolver . Este sonido causó que Juan se volviese apenas pudiendo ver su cara de asombro cuando apretó el gatillo. La bala impactó de lleno en su frente. Miguel siempre había sido un buen tirador. Fue cosa de minutos, perdidos en la indecisión sobre que hacer con el cuerpo inanimado de su antiguo amigo, que llegó la policía. Lo sacaron de su casa y el hombre se echó a llorar. Creyeron que era una argucia, ya se había visto antes que alguien llorara para hacer notar que no quisieron matar al ya occiso. Sin embargo, cuando lo interrogaron al respecto sólo dijo: "Llovía, mi ropa estaba empapada, moría de frío, pero.. estaba seco."

domingo, 18 de septiembre de 2011

Dos días en la vida

Hola: sé que tiene tiempo que no hablo contigo, que no sabes nada de mi. Es posible que te hayas olvidado de mi nombre, así como yo del tuyo. No, no creas que te lo reprocho, no se trata de eso. Escribo y, la verdad, no espero respuesta alguna. Seguro ahora eres una persona distinta a la que conocí aquel día. Puedes decir que estoy loco, yo mismo lo he pensado. Definitivamente lo estoy, quién más le escribiría a alguien a quien vio dos veces y de cuyo nombre no se acuerda. Ah! Sin embargo eres de los recuerdos más bellos que tengo. Fueron dos días, dos únicos días, en los que estuve contigo, y jamás se me olvidará ni un detalle de ellos, tu sonrisa, tus ojos, tu piel, tu piel, tu piel. El primero, que apenas te pude ver, y cómo me viste, de reojo y fue eso lo único que necesité, para saltar enfrente tuyo. El segundo fue poco después y, como ambos sabemos bien lo que pasó, prefiero sólo decir que estábamos aún dominados por ese entusiasmo característico de los jóvenes, sobre todo de los recién enamorados, sobra decir que tampoco lo he olvidado. Pronto, ya no queda mucho, para que mi vida llegue a su fin, para que de una vez por todas, deje de respirar. Podré olvidar todo, pero no tu sonrisa ni tus ojos ni tu piel. Te escribe ahora un hombre viejo, a quién le puedes escribir de vuelta lo que sea, así muera antes de que te llegue esta carta. Bah! Fuimos jóvenes una vez, y con ella me basta.

Nevada de ciudad.


Ya no estoy acostumbrado a caminar, como podrás imaginarte, por lo que es raro que lo  hiciese hoy. El camino de siempre, el que ya conoces — tuyo y mío — que tanto tenemos de no recorrer. No sé que me poseyó para voltear hacia arriba, en aquella calle (la de las flores que te detenías a oler, ¿la recuerdas verdad?) pero me sorprendí cuando lo hice. Pensé por un momento que nevaba y en seguida me corregí, es pleno verano y en esta ciudad jamás cae la nieve. Me fije entonces que lo que había confundido con copos de nieve eran las plumas de algún ave blanca, sus plumas caían muy levemente, tal vez por eso las confundí ;me sorprendió su belleza y una de ellas cayó en mi mano. Te escribo entonces, esperando que mi carta te llegue con bien, porque como ves, la paloma mensajera que me enviaste, se perdió.
Tuyo,
Javier
P.S: Te adjunto la pluma, por si la vuelves a ver.

domingo, 28 de agosto de 2011

Ciclo de la Luna (Cruz)


"¡La perdimos Luna! ¡La perdimos! Yo sé que tú aún puedes verla, que tú sí sabes dónde está, y que me lo puedes decir. Luna, ¿Por qué callas? ¿Es que acaso me quieres proteger? ¿Acaso no confías en mi? Vamos Luna, dime, has sido mi confesora por un tiempo, mi más cercana amiga, dime, no seas mezquina. Dime, ahora que miro por la ventana antes dónde estás tú. Es que no te puedo ver, a pesar de que no hay esas malvadas y malditas nubes que no me dejaban verte. No te veo, dime : ¡¿DÓNDE ESTÁS!? ¿Será que te perdí a ti también? No me dejes, no me dejes solo Luna, ahora que te necesito más. Es tarde cuando me doy cuenta, lo lamento, te pido me perdones y que intentes olvidarme, como yo la intentaré olvidar a ella. Quiero que cuando salgas de nuevo, y dejes de ocultarte de mi, seas una nueva luna. Adiós y hasta siempre."

martes, 24 de mayo de 2011

Haikú (Cruz)

 Fantasía

Cierro los ojos
Volando a oscuras
Luz, qué lastima!

El músico (Cruz)

Desde pequeño oír música había sido uno de sus grandes placeres, creció oyendo, gracias al total melómano que era su padre, discos de vinil del mismo Louis Armstrong y, desde pequeño se enamoró del jazz. A pesar de todos los esfuerzos por parte de su familia, jamás había querido, de niño aprender a tocar ningún instrumento. Aún así Javier nunca dejó de amar el jazz y acostumbraba ir, por lo menos dos veces por semana al mismo bar dónde tocaba un conjunto al que apreciaba mucho. Todos eran adultos mayores, pero el que destacaba era el baterista, se veía el más viejo de todos y; sin embargo tocaba impresionantemente bien, ylo disfrutaba, todo el tiempo tenía una energía inmensa y una sonrisa en la cara. A veces daba  la espalda al público, haciendo una breve pausa, y regresaba a tener esa energía. Decidió que si había un momento, era ése. Buscó al hombre después de que cerraran el bar y lo convenció de enseñarle a tocar. Resultó ser un prodigio. Absorbía toda la información que se le daba. Por fin llegó el día, en que pudo tocar frente a la gente. Tomó sus baquetas con un entusiasmo indescriptible y empezó a tocar, tocar. Poco a poco su entusiasmo iba cambiando, y entendía cada vez más a su profesor, hasta que dio la vuelta, quedando de espaldas al público, dejó de sonreír y se secó una lágrima. Todo eran tiempos, notas, acordes, progresiones.  La música había perdido su belleza. Volteó, le sonrió la público y siguió tocando.

Desde pequeño oír música había sido uno de sus grandes placeres, creció oyendo, gracias al total melómano que era su padre, discos de vinil del mismo Louis Armstrong y, desde pequeño se enamoró del jazz. A pesar de todos los esfuerzos por parte de su familia, jamás había querido aprender a tocar ningún instrumento. Aún así Javier nunca dejó de amar el jazz y acostumbraba ir, por lo menos dos veces por semana ,al mismo bar dónde tocaba un conjunto al que apreciaba mucho. Todos eran adultos mayores, pero el que destacaba era el baterista, se veía el más viejo de todos y, sin embargo, tocaba impresionantemente bien.Además lo disfrutaba, todo el tiempo tenía una energía inmensa y una sonrisa en la cara. A veces daba la espalda al público, haciendo una breve pausa, y regresaba a tener esa energía. Decidió que si había un momento, era ése. Buscó al hombre después de que cerraran el bar y lo convenció de enseñarle a tocar. Resultó ser un prodigio. Absorbía toda la información que se le daba. 
Por fin llegó el día, en que pudo tocar frente a la gente. Tomó sus baquetas con un entusiasmo indescriptible y empezó a tocar, tocar. Poco a poco su entusiasmo iba cambiando, y entendía cada vez más a su profesor, hasta que dió la vuelta, quedando de espaldas al público, dejó de sonreír y se secó una lágrima.Todo eran tiempos, notas, acordes. La música había perdido la belleza. Volteó, le sonrió la público y siguió tocando.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Jamás (Cruz)

"Jamás fuimos nada, verdad?" preguntó Sofía, sin lágrimas en los ojos, pero con tristeza en la voz, y con aquella mirada de quien se da cuenta de algo que antes había pasado por alto. La verdad, no supe qué contestarle, me le quedé viendo directo a los ojos, a los que ahora asomaba algún atisbo de una lágrima furtiva, que quería escapar, no resistí su mirada por mucho tiempo. No podía sostenerle la mirada así que la volví a sus pies, cómo deseaba poder amarla, en serio lo deseaba. Pero la verdad era otra, lamentemente. Ahí fue cuando la vi, directo a los ojos, de nuevo, pero ahora sí se me ocurrió una respuesta, y tuve la misma mirada, me di cuenta de algo que había pasado por alto: "Te equivocas de medio a medio, siempre fuimos tú y yo, sólo que jamás nosotros."
Cruzloya

martes, 17 de mayo de 2011

Vacío ( Cruz)

"Estoy muerto, no existe otra explicación" pensó, "No hay más, es la única explicación plausible". en su mente tenía sentido, de qué otra manera era posible que no recordara nada, absolutamente nada, de su pasado. Por un momento se sintió aliviado, al parecer, había vida después de la muerte; sin embargo poco a poco empezó a asaltarlo un sentimiento de impotencia, al tratar de recordar algo, lo que fuera. ¡Algo tenía que venir a su mente! Se preguntaba de todo, su nombre, familia, amigos y ¡NADA! un completo y total vacío dentro de su mente y alma. Empezó a retorcerse de uan inquietud y un miedo total. De pronto... despertó. Se encontró bañado en un sudor frío, completamete agitado, "No hay otra explicación", pensó, "en verdad tengo que estar muerto."

El Regalo (Cruzpiñón) y El Agradecimiento (Cruzloya)

Cuando nació mi nieto, busqué en un cajón donde guardo mis pensamientos, mis ideas; una que otra ternura que ha gastado el uso, un impulso aquí, un enojo allá; confundido todo con pedazos de risas y lagrimas embebidas en una tela suave, de terciopelo rojo. Ahí busqué una piedrita mágica que a veces aparece de cuando en cuando, en cajones olvidados. Pensé hacer con la piedrita un amuleto que pudiera llevar el niño en la muñeca, en el cuello, en el dedo, para que lo cuidara de maleficios y peligros; para que le evitara cualquier mal, cualquier daño. Y creciera feliz y sano.

Pero no encontré la piedrita mágica; en cambio, untada en el fondo del cajón, encontré un pedacito de mi alma, casi invisible, que una vez rasgué por descuido. Y, sin que nadie me viera, se lo dejé en las manos para sentir siempre la caricia de mi nieto en lo más profundo de mí ser.

Cruzpiñón


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El día que murió mi abuelo, mis hermanos, yo y mi primo. Unidos todos en la congoja empezamos a buscar por aquí y por allá pequeñas cosas, para recordarlo. Utensilios antes usados, cuya única utilidad ahora era la de hacernos recordarlo. Recuerdos de pasiones, de dolores, impulsos, tal vez uno que otro enojo. Y encontramos varios de ellos, que cada uno atesoró a su manera.


Algunos días después nos encontramos una materia traslúcida, que parecía rasgada, colgada de una pequeña, delgada y, sobre todo, muy fina cadena alrededor de nuestras muñecas. Asombrados vimos que cada pedazo embonaba con el anterior. Sorprendidos, quisimos averiguar qué era. Llegamos a la conclusión de que era un pedazo de su alma. Nos llenamos de una alegría incontrolable, al fin, así jamás tendríamos que renunciar a las caricias y, ¿por qué no?, tampoco los tiernos reproches del abuelo, que si nos quedamos callados, podemos oír de su voz, emanando de ese pequeño pedazo  de alma, que queda siempre en nosotros. Y él, por su parte, está seguro que jamás dejará de sentir esa tierna caricia, de todos en lo más profundo de su ser. 
CruzLoya

Nacer (García)

No fue el destino
sino la vida
quien me hizo ver
que sin ti no vivía

Aunque estabas lejos
te sentia cerca

Y esa curva de tus labios
Que me hace enloquecer
Solo con pensar en ella
Yo me siento renacer

Nunca nací, jamas viví
hasta sentirme junto de ti

Yo siempre te he de soñar,
para asi a otro mundo volar
Y no quiero dejar de flotar
Para nunca dejarte de amar

martes, 8 de marzo de 2011

Colibrí Policromo (Cruz)

Todo estaba en blanco y negro, así parecía que había quedado, de la misma manera que parecía que no volverían los colores. Exactamente igual que sus grandes ganas de vivur y devorarse el mundo de un bocado. "Todos tienen un tropezón de vez en vez". Pensaba,,"pero esto es como si me estuviesen poniendo zancadilla". Tomaba cierto consuelo en subir a la azotea de el destartalado edificio en el que vivía y observar la escala de grises que causaba la puesta de sol. Tenía una especie de belleza distinta y melancólica. Pero poco despues de verlo regresaba al estado en el que se encontraba antes, esperando con ansias la siguiente puesta de sol gris que lo distrajese de su sentir. Así se imaginaba que debía sentirse un adicto, esperando la siguiente dosis y cada vez la necesitaba más. Fue durante una de estas incoloras puestas de sol que se le apareció un ave pequeña, de vivos colores verdes que la deslumbró. Le pareció lo más bello que jamás había visto y lo quiso seguir. Lo siguió corriendo hasta que se le acabó el piso. Sintió y disfrutó de su ingravidez por un momenti, pero pronto empezó a caer. En el momento que golpeó contra el suelo no sintió dolor, sino un adormecimiento generalizado. Entonces por un breve y magnífico momento pudo ver los tonos de naranja creados por el sol. Sintió una felicidad indescriptible que cesó casi tan rápido como había empezado. Extrañaba el gris.

jueves, 3 de marzo de 2011

Vocación. (Cruz)

 “No sé si me entienda padre. No sé si se puede poner en mis zapatos. Usted es un hombre santo, de dios, yo no lo soy yo soy simplemente un hombre y por lo tanto estoy sujeto a todas las tentaciones que puede tener la vida. Dígame usted si actué mal, dígame usted qué puedo hacer. Yo desde pequeño quise salir, quise huir de allí, sabía que quedarse era una idiotez, casi el suicidio. Es sólo que no podemos vivir oprimidos. ¿Sabe padre? Sobre todo alguien como yo, que no estoy dispuesto a callarme absolutamente nada. Nos tienen controlados, de una manera que simplemente no puede durar. Es por eso que me volví activista, es por eso que cuando me exiliaron lo hicieron sin saberlo que realmente estaban cumpliendo algo que yo siempre había querido. Es por eso que estoy aquí y hablando con usted. No me dolió dejar mi país, al fin, es sólo un pedazo de tierra junto a muchos otros. Lo que me dolió fue dejar a mi gente. Mi padre jamás me pudo perdonar el hecho de que me volviera activista, el viejo por poco se infarta cuando supo que me habían exiliado, que no podría volver. Prefirió después fingir que jamás había tenido un hijo, no pudo jamás ponerse aunque sea por un momento en mis zapatos (Pero usted si puede, ¿verdad padre?) siempre fui para él un capitalista, siempre fui el enemigo. ¿Cómo era posible que no yo quisiese que mi gente, porque así les llamaba él, viviera de una manera mejor y se beneficiase de mi trabajo? No, jamás entendió que eso no era lo que yo quería. Yo buscaba, y sigo buscando, aunque sea por medios muy distintos que todos se beneficien, quitando a los dirigentes ebrios de poder. Eso fue lo que más me dolió padre, fue eso. Es como si a usted le prohibieran oír ese llamado. Como si se opusieran a que usted fuera sacerdote. Que no entendieran que simplemente había nacido para serlo. Fue por eso que lo hice, fue por esa falta de respeto, de la más mínima educación y de parte de mi padre. Tuve que hacer que todos vieran que era un activista, fue por eso que me exiliaron, ya que todos lo sabían. Ahí es dónde creo que no puede entender padre, usted nació con todo y escogió dejarlo para ser lo que es ahora. Yo nací sin nada y quise tener más. Usted tampoco sabe la calidad de estigma que es ser un activista o un capitalista allá. Tener a un activista en la familia es suficiente como para quedar marcados con deshonor por el resto de sus vidas, para ser monitoreados completamente por el gobierno, reducir sus libertades (o las pocas que tienen) aún más. No pude evitarlo me cargué junto con mi padre al resto de mi familia, fue sólo por tomar su lado, por no abrir los ojos a lo que tenían frente. Pero poco a poco fueron abriendo los ojos algunos, hasta que vieron por fin el engaño en el que los tenían. Las tergiversadas ideas que seguían. Sin embargo, ya habían tenido a un activista en la familia, ya estaban vigilados, y tan poco a poco como abrieron los ojos fueron desapareciendo. Para no volver a hablar de ellos, para fingir que jamás existieron. Ellos corrieron con peor suerte que yo, yo le puedo contar mi historia a usted. A ver si me perdona dios, o en su defecto por lo menos me perdone usted padre. El único pecado que cometí fue el de vivir y seguir lo que creo. Pero por cómo actúa Dios  y la gente, parece que es pecado mortal, sin perdón alguno.”

domingo, 20 de febrero de 2011

Licor de Cianuro. (Cruz)

Ah! Pero que alivio, pero que hermoso era llegar a su casa. Servirse en un vaso un poco de whiskey, descansar, dejar atrás los fastidios, el trabajo y lo demás. Pero que bello simplemente dejarse ser, relajarse y disfrutar de tener la mente en blanco. Con la primera copa, se desvaneció su estrés, con la segunda, su cansancio, con la tercera, sus preocupaciones, con la cuarta, las inhibiciones, con la quinta, su pensamiento, con la sexta, sus sueños, con la séptima, cualquier atisbo de humanidad. Siguió y siguió sirvíendose, al fin, era un alivio llegar a casa.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Ezquizofrenia (Bruno Langle)

Hice un drama de esos que hasta rojo te ponen. Aventé un plato y grite hasta quedarme afónico. Me tiré al piso y pataleé. Lloré y reí locamente por segundos que parecían horas. Embarré la miel en la pared y luego en mi cuerpo. Mi respiración era mas agitada que la de un fumador jugando a ser Rocky. Huí a la calle y me senté en un columpio. Me columpié mas alto que nunca y luego paré. Camine de regreso a mi casa y me senté en la misma silla de antes. Vi la gran mancha amarilla en la pared y aventé un plato mas. Que bueno que no soy tan débil como para asesinar.

lunes, 31 de enero de 2011

Persspectiva (Fernando Cruz)

La vi entrar, cerró la puerta detrás de si. Vi como poco a poco se iba acercándo a mi, en esa habitación en la penumbra. Y sentí como empecé a caer. Me veía a mi mismo, como desde fuera, descender por aquella oscuridad. Parecía que jamás iba a encontrar un límite, un borde, un final, un tope. Seguí cayendo. Pero nunca solo, ella estaba conmigo, ella jamás me abandonó. Podría estar cayendo sin encontrar un final, pero estaba acompañado y curiosamente, me sentía bien. Fue hasta entonces que me di de porque no llegaba al suelo, era lo más simple del mundo. No estaba cayendo, sino que estab volando.

domingo, 30 de enero de 2011

Por qué los hombres no pueden volar? (Israel García)

Hay peronas que dicen que nada es imposible, pero... será el hombre capaz de volar, de abrir las alas y buscar nuevos horizontes?

Los humanos en la actualidad se preocupan por cosas tan insignificantes que no ven ni saben el verdadero motivo de la vida. La vida es un regalo, no una desgracia. En la vida se viene a aprender, a descubrir, a amar a gozar de esos breves lapsos de tiempo donde la vida nos muestas la razon mas grande de nuestra exictencia esa que es tan simple de encontrar pero tan dificil de buscar Ésa, que más bien te encuentra a ti, cuándo más desprevenido te encuentras. Que te sorprende tras los rincones de la vida y de ti mismo.
La vida nos da grandes oportunidades de vivir pero la que mas optamos es la del sufrir porque no sabemos distinguir la diferencia. Somos seres extraños, que nos regodeamos de quejarnos del sufrir. Que llegamos a quejarnos solo por vicio, dejando que la vida se nos pase de largo y perdemos la esencia de nuestro ser.Esa misma escencia que nos define, la dejamos ir, dejando que flote y que nos abandone. Volviéndonos a todos lo mismo. Un ser informe que no cuestiona nada, que sólo se resigna a ver como el mundo envejece, junto con él...

Corazón Exquisito (Bruno Langle)

¿Que si estoy dispuesto a matar por amor o ,en todo caso,a amar hasta morir? Verás, yo soy un chico sencillo, con pocas pretensiones , no me interesa nada mas que escuchar el sonido de la cafetera expulsando agua hirviendo a las seis de la mañana. Quizás y por vivir así es que a nadie le he importado lo suficiente como para que me preguntara algo a lo que se requiera una respuesta sincera. Hoy, te puedo decir que el único amor significante que he tenido no ha muerto. Anhelo por el día que su corazón pare y su sangre deje de circular, porque será entonces cuando vuelva a sentir.Cuando vuelva a sentir sus suspiros y caricias, cuando regrese su áspera voz a mis oídos y cuando retornen mis pensamientos mas sucios también. Será entonces , y sólo entonces ,cuando podré considerar el ignorar tu pregunta, o empezar a preocuparme por la horrible decisión que tomé.

domingo, 23 de enero de 2011

El Vampiro (Fernando Cruz)

Le encantaba, sentía el poder correr por todo su cuerpo, sentía como el era el amo y señor de las personas, aquel a que él quisiera, se doblegaba sin preguntas ante él. Se congratulaba de poder alimentarse a costa de los demás, de no tener que hacer realmente nada, casi por derecho de nacimiento era que podía hacerlo sin el menor cuestionamiento, era intocable. Reía, lo amaba, no hubiera cambiado su existencia por nada, no podía dejar de reír y la sola idea de quedarse sin el poder que tanto marcaba su vida, y la de otros, le parecía repugnante, verse convertido a un cualquiera, a un Don Nadie. Pensó que hubiera preferido la muerte a eso. Realmente amaba ser político.

jueves, 20 de enero de 2011

Explosiones de besos te voy a dar (Pato de Hule)

Mírame así, como lo haces hoy, sólo así me haces despertar.

Y en el abismo por el que caminé, las huellas que dejé, de lejos las alcanzo a ver.

Estás en mí, eres mi renacer.

Tan sola para estar conmigo, lo suficiente para encontrarnos.

Y si te quiero como dos palabras infinitas que no deben dejar de sentirse,

no lo hago en futuro ni en presente, es un amor sin tiempo, sin distancias,

lleno de promesas que no deben cumplirse porque ya se cumplieron todas al conocerte.

La vida se me irá en eso.

¿Qué importa? ¿Qué otra necesidad existe más que alcanzarte?

Nací para buscarte.

Moríré para hallarte.

martes, 18 de enero de 2011

Es la cruda realidad (Pato de Hule)

Al parecer, la vida está construida de tal forma que nadie puede llenarla solo.
La vida contiene su propio vacío, que solo otro puede llenar.
Al parecer, el mundo es la suma de esos otros,
y sin embargo, no sabemos ni nos dicen que nos complementamos mutuamente...

Vivimos de forma egoísta, ignorándonos unos a otros...
A veces, nos permitimos encontrar desagradable la presencia del otro.

¿Por qué está construido el mundo de un modo tan desordenado?

Me enamoré de ti desde el primer momento que te le. (Pato de Hule)

Es que...hace mucho que no siento, pero esto, la angustia, felicidad, tranquilidad, amor, miedo me hacen sentir, humana, viva, y como a todos, lo diferente siempre me asusta. Que no he de mentir al decir que me gusta.
Juré nunca volver a enamorarme, por 2 seg caí en el grupo de esa gente pendeja que van bailando sin la música que alimenta al corazón, pero te conocí y ahora, ahora me siento más YO que nunca. Sé que no soy una piedra, porque siento, y sabes dudo, que tal vez soy una especie nueva entre pato canta bossa y persona común, pues  mi corazón se agita como nunca, mi mente da vueltas y vueltas, pero esta vez es diferente, porque da vueltas sobre el mismo tema, TU. Y es ahí cuando le encuentro un significado a todo, TU Y YO, YO Y TU.
Qué es todo esto? antes me emocionaba al pensar que todo "esto"( pues no sé como nombrarlo ni tengo necesidad de hacerlo, me gusta pensar en ello sólo como ESTO ENTRE TU Y YO) por fin se haría realidad, fuera un día, dos, una hora, la mitad de una, un segundo en que mi mano por fin tocara tu ser, por fin sería real.Pero ahora lo vuelvo a pensar, y sé que es real.
Y por primera vez amo esta realidad, me gusta este mundo paralelo en el que vivo, en el que estás tú, en el que por azares del destino, justicia divina, por los dioses del olimpo, o mera casualidad, te conocí.
Y eso es ya una aventura,  aunque pareciera que es sólo un sabado, no lo será, será el sábado que defino todo, y sabré que sí existes, pero que también yo te inventé, y viceversa, yo seré un espejo, reflejo de todo para tí, y todo eso en un sólo sábado.
Ahora he llegado a conocerme a tal punto de saber que lo que siento no es una desviación ni confusión, y creo que tampoco tiene que ver con mi sexualidad, sino con mi idea del amor, y no sé qué esperar de los demás, no sé qué es lo que sientes tú, pero después de todo, me arriesgo una vez más con los ojos cerrados, y si tengo que caer, caeré, pero si tú sientes lo mismo que yo...DIOS SERÁ LO MEJOR QUE PUEDA HABERME PASADO.
Y por eso te quiero desde el primer momento en que te leí

Irremediablemente Tarde (Pato de Hule)

El tiempo. Riges mi vida, la marcas, detienes, la pasas, avanzas sin mí, eres mi todo, mi nada, lo único seguro que tengo, y no tengo, lo único que pido, lo único que necesito, lo único que quisiera regresar, borrar, dejar, parar.
Terminé peor de como empecé. Gracias.
No quiero ser un ícono, una ilusión, o idealización. Sólo necesitaba tiempo, y ahora, sólo te necesito a ti.
No quiero.
Aquí estás, ya no puedo dejarte de pensar, no te puedo sacar, no me pidas lo que no puedo.
No se puede perder lo que nunca se tuvo.
Tú siempre estuviste en mí, eres lo único que tengo.
Te vas.

Ausencia (Pato de Hule)

Hoy estás mas presente que nunca.
Extraño sentimiento el que invade y recorre mi ser, me ahoga, me desalienta, me llena de ti.
Hoy, te imagino, como siempre, pero diferente, hoy se que ahora sólo serás un recuerdo, una ilusión, un sueño inconcluso de lo que nunca fue, ni será.
Dime tú que es lo que tanto extraño. Tal vez, mentir.
No sobre mí, menos sobre ti sin embargo sobre nosotras.
Las ilusiones que caen una a una en el cajon del olvido que no perdona.
La locura me invade lenta y delicadamente, es tan mía como yo soy suya, somos una, y somos nada. Ella, que me arrebata lo que creía tan seguro, tan cierto, tan real, me lleva por un sendero donde nada parece ser, me lleva a la realidad tal vez, a mi destino, mi infortunio.
Dime amada mía, quién soy yo en este amargo despertar de tu claridad. Quiero saberlo pues mi tendencia a la obsesión esta proxima al agravio de este luto que cargo conmigo.
Tu muerte es mi muerte, pues hace tiempo que empecé a ser yo pensando que eras mi salvación.
Y si has venido ostentosa a mi rescate, quiero saber, veniste a terminar con mis esperanzas en el amor, me adviertes del desastroso final que me espera al ofrecer mi alma al prójimo, al amar desmedidamente a esta extraña que es tan parte de mi vida porque nunca fue mía.
Las cicatrices hablan por sí solas amor mío, ellas te indican lo mucho que he esperado por tu llegada, las heridas en mi carne viva te dicen lo mucho que duele tu partida.
Mía nunca fuiste, ni serás, mejor te vas

Mátame (Pato de Hule)

Tu silencio es desgarrador, retumba en cada pared de esta habitacin en la que me hago cada vez más pequeña e indefensa, tan sola.
Tu indiferencia me arranca el corazón, me deja fría.
Ya no puedo gritar pues mis fuerzas se consumieron en el arduo trabajo que hice al tratar de olvidarte, fallé.
No quiero sacarte, no todavía.
Los temores y fantasmas que me han venido persiguiendo regresarían, se apoderarían como tantas veces lo han hecho, pero no cuando estaba contigo, cuando te tengo aquí dentro.
¿Por qué sentarme a ver la misma luna que tú ves?
Es lo único que comparto contigo.
Mátame con un adiós.

Nostalgia (Luis Ponce)

El recuerdo de lo perdido es lo que a veces nos trae más alivio. En diciembre, recuerdo el pasado y suscribo los recuerdos que me trajo tu presencia, esos días de frio que juntos nos estremecíamos y con el calor de nuestros cuerpos dejo de existir, esos momentos en que la simple belleza de tu rostro altivo, ante las interminables ventiscas de invierno, no perdía la brilles con que al principio me estremeciste, estos pensamientos me ponen a sollozar y las lagrimas que de mis envejecidos ojos caen, son el trastorno por tu perdida. Este no es el caso en que el pasado me trae una sonrisa, pero, si me hace feliz de una forma extraña en la que tu recuerdo complementa mi pensamiento y es parte de él. Diciembre, resuena tu nombre en el crepúsculo de mi día y me encuentro en un soliloquio que no termina con mi penuria, pero basta de recuerdos, es necesario regresar a la soledad de mi vida. Me encuentro caminando por la calle de la intransitiva ciudad, en el camino hay pocas personas, en esta pequeña ciudad nunca se ha postrado la felicidad, ni la sabiduría. Observo los sucios y pertrechados edificios que con la dureza de su fachada intentan trasmitir la nostalgia de una época que poco duro, la banqueta roída y agrietada narra la soledad de la sociedad que la ha olvidado, llego a la esquina y no veo ni una sola cara que muestre dicha o por lo menos sentimientos. Faltan dos calles para que llegue a mi posada y acelero el paso, me apesumbran los recuerdos, intento que el aire y la agitación de mi caminar los logren sacar de mi cabeza, pero no es posible, acelero el paso hasta que lo único que en mi mente escucho es el sonido monótono de mi exasperada respiración. Llego a casa, ésta no se encuentra lejos de ese edificio alto que bien construido  sigue en pie después de casi  setenta años donde en su azotea he pasado mis últimos diez años de soledad y pensado que el calor con que el sol cae ahí me puede llenar una vez mas de vitalidad; me siento tan desolado y vacio al entrar, volteo alrededor y no encuentro más que la sombra de mi mente. No entiendo porque el lugar grita que desaparezca o será que tan familiarizado con la soledad que en esa azotea mi mente se acompaña prefiero quedarme ahí. Bueno, no importa, mientras en esta casa exista tu imagen y en mi inteligible mente no desaparezca, siempre regresare a recogerla una y otra vez. Estoy cansado y recuerdo que el único alivio que encuentro es el soñar, soñar en esas aguas diáfanas que cuando joven pasaba mis tardes ahogándome de un respiro en su esplendor y su cristalinidad, esas tardes en que la incesante trasparencia del agua parecía desvirtuar todas mis penas y preocupaciones. Cierro los ojos y me embargo en ese sueño sin ningún quejo.

Abro los ojos y te veo a mi lado todo ha sido un mal sueño me levanto y asomo por la ventana veo que el sol está en el cenit y su calor radiante llena mi cuerpo, mi mente y  mi alma. Volteo y veo tu sonrisa que deslumbra mi corazón con el brillo sobrenatural que manifiesta tu persona, tu pelo desordenado por la caricia confortable de la almohada manifiesta la sensualidad de tu cara y  por si solo acompasa tu sonrisa. El cuarto está en una armonía perfecta en la cual participan tú y el sol; mi corazón y cuerpo se estremecen con este tan simplista espectáculo pero con que con tanta sencillez de por medio se puede comparar con los espectáculos que la naturaleza nos premia. Te veo sentada en el borde de la cama y me siento tranquilo con tu sola presencia. Cerca de ti siento el querer de tu mirada, acaricio tu pelo y siento como el calor de tu cabeza en mi pecho es transmitido a mi recién despabilado cuerpo. Tan esplendorosa es esta imagen que parece que bien he entrado en un sueño. Tus labios denotados me distraen de este pensamiento y me vuelvo a embriagar de la sobriedad de tu persona. Siento tu aliento en el rostro, se que has dicho algo, pero yo sigo atrapado en tu mirada, en tu sensualidad, en tu sonrisa y en todo de ti; este momento es tan perfecto que la imagen por si sola sobrevivirá en mi mente acariciándola, solamente acariciando tu verdadera imagen.