Son aquellos momentos tan cortos de la vida los que les dan sentido. Por eso aquí te pedimos que te tomes un momento para sentirlos, para ponerte en la piel de otros. Contribuidores: Bruno Langle, Luis Ponce, Alejandra Gómez (Pato de Hule), Israel García, Fernando Cruz
martes, 8 de marzo de 2011
Colibrí Policromo (Cruz)
Todo estaba en blanco y negro, así parecía que había quedado, de la misma manera que parecía que no volverían los colores. Exactamente igual que sus grandes ganas de vivur y devorarse el mundo de un bocado. "Todos tienen un tropezón de vez en vez". Pensaba,,"pero esto es como si me estuviesen poniendo zancadilla". Tomaba cierto consuelo en subir a la azotea de el destartalado edificio en el que vivía y observar la escala de grises que causaba la puesta de sol. Tenía una especie de belleza distinta y melancólica. Pero poco despues de verlo regresaba al estado en el que se encontraba antes, esperando con ansias la siguiente puesta de sol gris que lo distrajese de su sentir. Así se imaginaba que debía sentirse un adicto, esperando la siguiente dosis y cada vez la necesitaba más. Fue durante una de estas incoloras puestas de sol que se le apareció un ave pequeña, de vivos colores verdes que la deslumbró. Le pareció lo más bello que jamás había visto y lo quiso seguir. Lo siguió corriendo hasta que se le acabó el piso. Sintió y disfrutó de su ingravidez por un momenti, pero pronto empezó a caer. En el momento que golpeó contra el suelo no sintió dolor, sino un adormecimiento generalizado. Entonces por un breve y magnífico momento pudo ver los tonos de naranja creados por el sol. Sintió una felicidad indescriptible que cesó casi tan rápido como había empezado. Extrañaba el gris.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario